Crianza Selección 2009 se hace con la medalla de oro, mientras que Eruelo Crianza 2010, la distinción de plata.
La bodega palentina Señorío de Valdesneros, ubicada en Torquemada, acaba de ser galardonada con dos medallas en la 37 Edición de la San Francisco International Wine Competition. Los vinos premiados han sido el Crianza Selección de 2009, que ha recibido la medalla de oro, y el Eruelo Crianza de 2010, que ha obtenido la distinción de plata. Esta bodega cerrateña pertenece a la joven Denominación de Origen Arlanza y ofrece una amplia variedad de vinos, entre los que destaca ‘Amantia’, un vino elaborado con la uva helada.
En este reconocido certamen americano que se celebró entre el 29 de junio y el 2 de julio de este año, han participado un total de 4.300 vinos procedentes de más de 30 países de todo el mundo. «Es para nosotros una verdadera satisfacción el haber recibido estas medallas porque vienen a seguir constatando, como ya ha ocurrido con otros premios que hemos recibido, que el vino palentino es de una calidad mayúscula y que nos empezamos a hacer un hueco entre las grandes bodegas de todo el mundo», según explicó Rubén Montero, enólogo de Señorío de Valdesneros.
San Francisco International Wine Competition constituye el concurso internacional de vinos más grande e influyente de América, que ha establecido un elevado estándar para juzgar profesionalmente el vino desde su debut en 1980. Ahora, en su 37 edición, mantiene el más alto nivel de integridad con un sistema de degustación ciega realizado por un panel de 58 jueces altamente experimentados y aclamados a nivel internacional. De hecho, una medalla en esta competición se ha establecido como una indicación confiable de la excelencia del vino, y los vinos reconocidos son universalmente posicionados entre los mejores.
Los caldos de Señorío de Valdesneros, de Torquemada, ya son un referente en el panorama nacional e internacional, como queda patente en los numerosos premios obtenidos a lo largo de su trayectoria, a los que se suman estas dos nuevas medallas, y el importante volumen de producción que traspasa las fronteras nacionales con destino a Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza y Canadá, entre otros países. Amantia, el vino realizado con uva de hielo después de la vendimia realizada por la noche a bajas temperaturas, marca una curiosa diferencia con respecto a este tipo producciones en España. Por tanto, los vinos palentinos vuelven a estar de nuevo en lo más alto, lo que refleja su extraordinaria calidad y el trabajo bien hecho en la provincia.
Fuente: elnortedecastilla.es